¿Quién no ha soñado alguna vez vivir sin dinero? Daniel Suelo, un estadounidense de 48 años, lleva 9 años viviendo sin un centavo.
Vive en una cueva en Utah y sobrevive gracias a lo que recolecta en los bosques, a lo que pesca, a lo que ocasionalmente caza.
Tiene un blog y una página web en los que comparte su experiencia y que actualiza desde una biblioteca pública.
Probablemente se trate del blogger con la menor huella ecológica del mundo.
De goleada le gana al ya célebre No Impact Man, del que se ha hecho hasta un documental.
Y créanme, Daniel Suelo no está loco ni hay nada que le obligue a vivir de esta forma.
Sencillamente, rechaza la cultura del consumismo que nos rodea y es consecuente, hasta el extremo, con lo que piensa.
¿Por qué este hombre decidió dar este paso en otoño del año 2000? Por lo visto, fue en Ecuador cuando se iluminó.
Se encontraba ahí participando en una misión de los cuerpos de paz cuando fue testigo de la radical transformación de una comunidad rural que se enriqueció súbitamente: la población empezó a consumir comida basura y, entre otras cosas, se volcó en una nueva adicción, la televisión.
Fue así como Daniel Suelo decidió regresar a su país, Estados Unidos, abandonar su trabajo, dejar su casa, y empezar a vivir sin dinero cual hombre de las cavernas.
Desde entonces, vierte poesía y reflexiones acerca de su modo de vida en su blog, en lo que viene a ser, me parece a mí, una nueva, radical, y contemporánea versión del Walden de David Henry Thoreau.
Por supuesto, no vamos a animarles a seguir su ejemplo.
Pero no deja de ser curioso que su opción vital entronque con otras iniciativas anti-consumistas que están brotando en todo el mundo.
Será el espíritu de los tiempos, o la ley del péndulo, no sé.
En cualquier caso, la experiencia de Daniel Suelo mueve a la reflexión, a plantearnos cuántas de las cosas que compramos y que nos parecen imprescindibles realmente lo son.
Vía
Las lluvias torrenciales y sus efectos en la población y la infraestructura española
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