El sábado vi una coliflor morada por primera vez en mi vida.
Fue una situación bastante embarazosa, pues por un instante pensé que se trataba de una coliflor blanca cubierta por un hongo, vaya morro el de este supermercado.
Se me ha debido notar en la cara, porque al instante escuché la voz de un vendedor que me aclaraba: “es muy curiosa para cocinar y mucho más sana que la blanca”.
Ah, así que hay coliflores moradas, blancas, verdes, de la variedad Catalina, Presto, Canberra, gigante de Napolés y Snowbred.
En adelante, salir a por una coliflor será toda una experiencia.
La coliflor es una variedad de la especie Brassica oleracea, especie a la que también pertenecen la col verde, el repollo, la col de Bruselas y el brócoli.
La variedad más abundante en los mercados, según he aprendido ahora, es la Snow Crown, aunque tiene otros nombres.
Tampoco es mucho decir porque, según el periodo en el que se realice la recolección, los tipos pueden ser Walcheren Winter, Gigante de Nápoles o Snowbred (primavera); Catalina o Presto (verano y otoño); y Pava de Navidad, Primus o San José (invierno).
El color del cogollo, que es la parte que solemos comernos, depende de su exposición al sol.
La coliflor blanca es así porque es cubierta con hojas para aislarla de los rayos del sol e impedir el desarrollo de la clorofila.
La verde sí que recibe los rayos del sol y, por lo tanto, desarrolla clorofila.
El caso de la morada es especial, pues ésta contiene antocianinas, pigmentos naturales que pertenecen al grupo de los flavonoides, a los que se atribuyen propiedades terapéuticas, entre ellas el mejoramiento de la agudeza visual y del comportamiento cognitivo.
Tipos de coliflorAsí, ha sido muy positivo mi encuentro con la coliflor morada.
Había pensado prepararla al gratén, cubierta con queso y crema bechamel, pero luego me pareció una lástima cubrir ese color tan bonito.
Finalmente, he hecho una crema, facilísima, cuya receta comparto:Cocinar a fuego muy lento la coliflor, dos cebollas pequeñas, un manojo pequeño (un puño cerrado) de perejil y una patata pequeña.
Se puede cocinar en agua, pero hacerlo en caldo de verduras seguramente le añade más sabor.
Una vez estén todas las verduras suaves, pasar por el procesador de alimentos.
Añadir sal, una pizca de pimienta y dejar cocer otro rato.
Al servir, se puede poner una cucharada de crema agria en el centro de cada plato.
Fotografía
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