Cinco bisontes europeos (bison bonasus) de Polonia han cruzado la frontera dentro de la República Checa y se han asentado en una antigua zona militarizada ocupada hasta 1991 por el ejército soviético.
Esperemos que haya comenzado así la recolonización de Europa occidental por parte del impresionante animal.
Como la mayoría de los pocos bisontes europeos que han logrado sobrevivir a la insaciable destrucción provocada por el ser humano, estos cinco ejemplares tienen nombre: Kahunka, Kartinka, Karvina y Kasztelanka, cuatro hembras que han llegado a territorio checo desde el bosque de Bialowieza, el ultimo vestigio de un enorme bosque que cubrió Europa después de la última edad de hielo, hace diez mil años.
Porto, el único macho, ha llegado de Kampinos, un parque nacional cerca de Varsovia.
De acuerdo con Univisión, detrás de una valla de tres metros de altura, el pequeño rebaño está a la espera de ser liberado bajo control en la vasta reserva de Zidlov, con una superficie de unos 3.
800 hectáreas a unos 60 kilómetros al noreste de Praga.
Allí tendrán que aprender a convivir con ciervos, corzos y gamos, antiguos habitantes de la reserva.
Sin embargo, veterinarios y conservacionistas están preocupados únicamente por el potencial encuentro entre el bisonte y el peor depredador de la Tierra: el humano.
Si no fuera por la cría en cautividad en granjas y zoológicos de todo el mundo, la especie se habría extinguido totalmente.
Quizá recordaréis que en 2004 se hizo público que el rey de España había conseguido permiso para matar a un bisonte macho en el refugio de Czerwony Dwor, previo pago de 7000 euros.
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