Los de Peta suelen jugar a la polémica, cosa que a mí me encanta.
No porque me guste el lío, sino porque lo creo necesario para despertar conciencias y luchar con eficacia por los derechos de los animales.
En esta ocasión, la ong lanza una inquietante pregunta: ¿Cuando compras un perro, qué vas a hacer con el perro del refugio que morirá?La frase forma parte de una campaña de prevención, que explica que la compra de un perro supone que otro vaya al refugio.
Por supuesto, los errores de quienes abandonan no han de pagarlos otros, el mensaje va por otro lado: busca prevenir, y pretende mostrar lo insensibles que somos al respecto.
Para ello, se utiliza el manido eslogan no compres, adopta, junto a escenas impactantes, en las que aparecen personas jugando con los perros muertos envueltos en bolsas para cadáveres.
Antes de juzgar la campaña, o de censurarla, tal y como han hecho algunas televisiones norteamericanas, conviene considerar un dato: sólo en Estados Unidos, cada año mueren (o matan, hablando con propiedad) más de cuatro millones de animales sanos en los refugios.
¿De quién es la culpa, de los políticos, de quienes los abandonaron, de la sociedad en su conjunto? Claro está, no de quienes compran sus mascotas, ni mucho menos de éstas.
Pero sí es cierto que todos formamos parte de la sociedad, y que ésta debería cuidar y proteger a esos que llama sus mejores amigos.
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