El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH en sus siglas en inglés) suspendió este jueves todas las futuras subvenciones para las investigaciones biomédicas y del comportamiento que usen chimpancés como sujetos de prueba, y ha establecido unos estrictos criterios para evaluar la necesidad del uso de primates en el laboratorio.
Las nuevas normas requieren que, para dar luz verde al uso de primates, la investigación sea de vital importancia para la salud humana y que no haya otro medio con el cual obtener resultados.
El NIH argumenta que los chimpancés, al ser los parientes más cercanos del humano, merecen especial consideración y respeto.
También has influido las recomendaciones publicadas por un comité de expertos del Instituto de Medicina, comité que concluyó que la mayoría de las investigaciones sobre los chimpancés eran innecesarias.
Sin embargo, la desición del NIH no pone fin a todas las pruebas que se realizan con primates como sujetos.
El cierre de las subvenciones no afecta a las investigaciones que están en curso y que en los últimos diez años ascienden a unas 110 y, además, también están los proyectos financiados 100% con capital privado que no se verán afectados por la nueva medida.
Más de una centena de investigaciones la mayoría centradas en la hepatitis, la neurociencia, el comportamiento, el genoma, el virus sincitial respiratorio (RSV) y las enfermedades infecciosas han usado esta especie para sus experimentos.
Actualmente, unos 612 chimpancés de laboratorio están financiados por esta agencia gubernamental, y en total hay unos 937 de estos animales en centros de investigación en Estados Unidos.
Y a pesar de lo mal que pinta, la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, que se opone firmemente a cualquier experimento con chimpancés, declaró estar muy animada por la noticia.
Este optimismo en principio no es tanto porque los primates que se encuentran enjaulados vayan a ser indultados, sino porque puede influir en otras dos grandes batallas que se encuentran abiertas.
Una es la ley de protección de los grandes simios, ahora en discusión en el Congreso de los Estados Unidos, y la otra es una petición ante la Fish and Wildlife Service de declarar en peligro de extinción a los chimpancés cautivos.
La nueva exención de la N.
I.
H.
permite que la investigación continúe y acepta el uso de chimpancés en el entretenimiento y como mascotas.
Pero al ser declarada especie en peligro, se detiene todos los usos no vinculados con la conservación de estos primates.
El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos identifica dos áreas en las que el uso de los chimpancés podría ser necesario.
Uno de ellos para el desarrollo de una vacuna preventiva contra la hepatitis C.
Y otro para el trabajo con anticuerpos monoclonales en la investigación sobre inmunología.
Aunque en este último caso el comité concluyó que la experimentación en los chimpancés no es necesaria ya que existen nuevas tecnologías que pueden sustituir a los animales, pero estas nuevas tecnologías no se encuentran muy extendidas, y los proyectos actualmente en marcha deben llegar a su finalización.
El informe ofrece dos tipos de criterios para filtrar los proyectos susceptibles de usar primates, uno basado en los experimentos biomédicos, que consideran prioritarios, cuando no existe otra manera de hacer las investigaciones.
Y para los experimentos de comportamiento y genómica, el informe recomienda que las investigaciones se realicen sólo si los animales cooperan -a saber como se lo van a pedir- y de tal forma que minimice el dolor y la angustia.
Esto no parece que pinte totalmente de oro para los primates aunque la lucha de los proteccionistas ha dado un paso adelante.
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