Esta noticia es contraria a la curiosa y acertada regla que dice: animal feo, animal menos protegido.
Y no es que a mí me pareza mal parecido el murciélago, yo lo encuentro hasta bonito, pero reconozco que no resulta muy atractivo al común de los mortales.
En fin, al grano: Los animalistas australianos están de enhorabuena, pues han obtenido toda una sensible declaración institucional del Ministro de Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur, Carmelo Tebbutt, en la que se anuncia la protección de murciélago.
¿Es que tienen algo que temer los murciélagos de Nueva Gales del Sur? Pues sí, se les protege de un enemigo temible, que camina a dos patas y sostiene un rifle cargado apuntando a sus naricitas, o a sus alitas, o a lo que les pillen.
Pero, ¿es que tan malos son estos seres que los atacan? Bien, ellos dicen que sólo les disparan para proteger sus cultivos frutales.
Una acción que tiene muy preocupadas a las asociaciones que, como la World Wide Fund for Nature (WWF) o The NSW Wildlife Information Rescue and Education Service (WIRES), trabajan desde hace años la defensa de esta ratita alada, tan beneficiosa en prevenir las plagas de insectos una función considerada muy valiosa para la protección de algunos cultivos.
Pero ya no lo van a hacer más, si es que no quieren vérselas con el señor Carmelo Tebbutt, que califica de “inaceptable” correrlos a tiros para proteger cultivo alguno.
Esta declaración, que seguro habrá hecho saltar lágrimas de emoción a los activistas defensores del murciélago, viene acompañada de un informe que regula y censura esta práctica.
En el informe se explica que las bajas que provoca el sacrificio de estos animales choca con la ley estatal y federal, que considera su especie como vulnerable, y recomienda que se ponga fin inmediatamente a la práctica.
En concreto, se dice que los disparos como método de mitigación de daños en las cosechas causados por murciélagos son “inaceptables ética y jurídicamente”.
El informe concluye que disparar es una práctica inhumana e ineficaz para evitar los daños a los cultivos cuando los murciélagos son muchos, y que la compensación de los cultivos es una alternativa viable.
La prohibición completa de los disparos a los murcielagos en Queensland se introdujo el año pasado después de un informe similar en este otro Estado australiano, y también está prohibido en otras partes del país.
Ahora, en Nueva Gales del Sur, los grupos ecologistas intentan promover la compensación subvencionadas, que ya contempla el gobierno.
A finales de año comenzarán las investigaciones sobre las implicaciones económicas de la prohibición del tiro.
Hasta que se tome una decisión, actualmente, ese emitirá un número limitado de licencias a los agricultores que puedan demostrar daños en sus campos.
A su vez, se aplicarán nuevos protocolos para mejorar el bienestar de los animales.
Las asociaciones defensoras del murciélago hablan de un trato “cruel e inhumano”.
Y explican que los disparos se realizan con poca visibilidad, por la noche, en un entorno lleno de árboles que limitan mucho la visión del tirador.
El resultado es que muchos animales mueren agonizando durante los siguientes días, a causa de heridas, infecciones o inanición:Los tiros tienen lugar durante la temporada de parto y los cachorros, se quedan esperando a sus madres, mientras ellas están forrajeando.
Si la madre no puede volver, el cachorro muere de hambre y bajo cualquier circunstancia, condenar a un animal a morir de hambre sería un acto de crueldad punible por la ley.
(Traducción libre).
Vía
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