Recientemente en un centro zoológico de Greenwich, Estados Unidos, nació un oso hormiguero gigante cuya concepción parecía inexplicable.
La madre había estado separada durante meses del macho cuando quedó embarazada.
¿Nacimiento virginal de un Myrmecophaga tridactyla? Seguro habrá quien opine que ese fue el caso.
Los científicos prefieren decantarse por la partenogénesis o la implantación retardada.
La partenogénesis es una forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas.
El embrión crece y se desarrollo en ausencia de fertilización.
Es una reproducción frecuente en los invertebrados y ciertos tipos de vertebrados, y la descendencia suele ser sana y normal.
Marcella Leone, fundadora y directora del centro zoológico LEO donde ha nacido el oso hormiguero gigante, bautizado como Archie, cree que se trata más bien un caso de implantación diferida o diapausa embrionaria.
Es decir, el huevo fertilizado del que ahora es un sano osezno permaneció latente en el útero de la madre por un período.
Mientras el embrión estuvo desapegado de la pared uterina no hubo desarrollo.
El fenómeno se ha observado en perezosos y armadillos, que pertenecen al mismo grupo de mamíferos que los osos hormigueros.
Sin embargo, algunos expertos aseguran no haber visto que ocurra poco tiempo después de un alumbramiento, como ha sucedido en LEO.
La madre de Archie dio a luz en agosto del año pasado a una hembra y él nació en abril de este año.
Dado que el periodo de gestación de los osos hormigueros es de seis meses, la madre debió quedar embarazada de Archie poco después de dar a luz.
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