En Estados Unidos, Coca Cola y Pepsi han decidido cambiar el proceso de elaboración de uno de los ingredientes de sus bebidas, para evitar tener que poner en los envases la advertencia de que su consumo puede producir cáncer.
El ingrediente en cuestión es el colorante de caramelo.
Éste contiene 4-metilimidazol (4-MEI), un químico que las autoridades sanitarias de California han incluido en la lista de carcinógenos.
Así, la intocable receta de dos de las bebidas más populares del mundo ha sido retocada.
Coca Cola ha aclarado que el cambio en la elaboración de sus bebidas no se debe a que éstas representen un riesgo para la salud.
De acuerdo con la American Beverage Association, que agrupa a toda la industria de las bebidas, el 4-MEI ha sido relacionado con la aparición de cáncer en ratones en un estudio, pero no hay evidencias de que representen un riesgo para la salud de los seres humanos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, siglas de su nombre en inglés) alega que una persona tendría que beber más de mil latas de Coca–Cola o Pepsi al día para ingerir la misma dosis de la sustancia química que se dio a los animales en las pruebas de laboratorio.
Con esta medida, Coca Cola parece dar un paso más para adaptarse a las exigencias de un conjunto de consumidores cada vez más preocupados por el impacto que tienen en el medio ambiente y la salud los productos que consumen.
En 2009, la empresa puso en marcha una gran planta de reciclaje de botellas de plástico en Estados Unidos.
Ese mismo año, desarrolló una botella compuesta en parte por caña de azúcar y melaza.
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