Saltó el escándalo días antes de la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que tendrá lugar en Marruecos: una investigación de The Sunday Times ha puesto al descubierto que Japón, país abiertamente favorable a la caza de ballenas, ha intentado sobornar a países pequeños para que relajen sus posturas en materia de caza ballenera…¿De qué países estamos hablando? Según la investigación, funcionarios de Saint Kitts y Nevis, Islas Marshall, Kiribati, Granada, República de Guinea, Costa de Marfil y Tanzania, habrían aceptado sobornos.
¿Qué tipo de sobornos? Dinero en efectivo y prostitutas.
Óbviamente, los funcionarios japoneses niegan estar untando a nadie para que cambie su postura en materia de caza de ballenas.
Pero lo cierto es que se benefeciarían bastante de que así fuera: en la próxima Comisión Ballenera Internacional Japón espera anular una moratoria de 24 años en la caza de ballenas (moratoria que burla con el pretexto de la investigación científica).
Los reporteros realizaron su trabajo encubierto haciéndose pasar por representantes de un multimillonario conservacionista: se fueron a hablar con varias naciones pequeñas pro-caza de ballenas, que admitieron recibir plata de Japón así como la posibilidad de cambiar de opinión si llegaban ofertas similares…Similares a lo que los japoneses ofrecen a los funcionarios de pesca de Tanzania y de Guinea: “un mínimo de 1.
000 dólares por día en efectivo” y “chicas buenas” a su disposición.
Estos vendidos, a quien Japón paga sus viajes y facturas de hotel, recibían los pagos en efectivo en sobres en las reuniones de CBI.
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