Tres bebés gorila y una hembra adulta, presumiblemente su madre, han muerto en el Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda.
El parque alberga un estimado de 380 gorilas de montaña, divididos en grupos que son estudiados por organizaciones como la Karisoke Research Center, cuyos rastreadores encontraron a la hembra muerta y a uno de los bebés con vida pero tan débil que no resistió.
Por una vez, parece que el ser humano no está implicado en la muerte de estos grandes simios en peligro de extinción; el equipo del Programa Internacional para la Conservación del Gorila (International Gorilla Conservation Program, IGCP) cree que pudieron morir a causa de las fuertes lluvias que han caído en la región.
La muerte de los bebés gorila es causa de gran estrés entre los conservacionistas, pues en cada nuevo gorila que nace se pone la esperanza de la supervivencia de la especie.
El último censo poblacional de los gorilas de montaña de los volcanes Virunga, realizado en 2003, reveló que la población se había incrementado 17% desde 1989.
En el mundo hay cerca de 680 gorilas de montaña en estado salvaje, cerca de la mitad de los cuales vive en la cadena de volcanes Virunga que se extiende sobre la frontera de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo.
La otra mitad vive en el Parque Impenetrable Bwindi de Uganda, en el que el mes pasado murió un gorila de una pareja de gemelos que, contra muchos pronósticos, había logrado superar el año de edad.
Vía
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.