No sólo el Príncipe Carlos es inconsecuente.
La diva de la televisión estadounidense, Oprah Winfrey, parece que también.
Después de merecer el galardón de “Persona del Año 2008″ de manos de la organización por los derechos de los animales PETA por su denuncia de las condiciones de vida de los animales en las mega granjas, hace un par de días en su web regalaba tickets para comer gratis en Kentucky Fried Chicken (KFC).
Efectivamente, PETA está llevando a cabo una agresiva campaña contra esta cadena de comida rápida, por lo que deben estar ahora misma arrepintiéndose del premio que le dieron a Oprah unos pocos meses atrás.
Yo ahí detrás veo una jugada maestra del departamento de márketing de KFC, menudo gol le han metido a Oprah, a PETA, y a la sociedad americana, que ha colapsado totalmente los restaurantes de la cadena.
Se ha desatado la locura.
Oprah ha decepcionado a los ecologistas de Estados Unidos.
Muchos le reprochan que, por un lado, le ha hecho el juego a una compañía que somete a los animales a condiciones de vida miserables en sus mega granjas.
Por otro, que ha promocionado un tipo de alimentación que no se caracteriza precisamente por ser sana.
¿Qué tal promocionar ensalada orgánica, por ejemplo?.
Y es que Oprah, es mucha Oprah.
Afortunadamente, el elenco de actores dispuestos a poner su jeta en defensa de los animales es abundante: han apoyado a PETA en su campaña contra KFC famosos como Pamela Anderson, Paul McCartney e incluso el Dalai Lama, que está en todos los fregados (tiene su lógica: los budistas creen en la reencarnación, y reencarnarse en un pollo criado y sacrificado a lo industrial… mmh, como que no).
Lo decíamos antes: lo de las comidas gratis en los restaurantes de KFC ha provocado el caos.
Ha habido conflictos entre clientes que reclamaban sí o sí su ración de pollo gratis y encargados que veían que se avecinaba su ruina.
No hay duda: el poder de Oprah es tremendo.
Así que, ecologistas, urge volver a ponerla de nuestro lado.
Del otro, es, sencillamente, una temible rival…Vía
