Hemos de dar buen ejemplo a nuestro perro, no se nos vaya a maleducar.
Sí, los canes no sólo empatizan con los humanos, ahora se ha descubierto que también pueden copiarnos.
Pensándolo bien, era inevitable, alguna influencia teníamos que tener sobre el comportamiento de nuestros inseparables amigos de hocico inquieto.
Según ha revelado un estudio de la Universidad de Viena, los chuchos emulan las acciones de sus dueños, repitiendo los movimientos de las manos con sus patas.
Como mascotas inteligentes que son, observan y repiten, haciendo lo que se conoce como una imitación automática, que se da cuando el cuerpo de otra persona se mueve de un modo particular y ello provoca la misma reacción física en su observador.
Pero no se trata de una reacción innata.
La capacidad de imitarnos se van moldeando por la forma en que los propietarios interactúan con ellos a medida que crecen, sugieren los investigadores.
En el estudio, diez perros (border collie, pastores australianos y mestizos) fueron entrenados para abrir una puerta corredera con la cabeza y también con sus patas, a cambio de golosinas de premio.
Luego, se les pidió abrirla imitando a su propietario, es decir, que imitaran el uso de la mano utilizando las patas o bien la cabeza.
Y el resultado fue asombroso: les llevaba mucho más tiempo responder correctamente a la orden cuando no tenían que imitar.
Vía
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