Aunque la energía nuclear esté de moda, en ecologiablog seguimos dando la lata con que eso es un peligro.
Por suerte, estudios como el que les vamos a hablar a continuación nos siguen dando la razón sobre los peligros de jugar con el uranio.
La principal conclusión de este estudio es que la fauna de la zona de Chernobyl estuvo más afectada por la radioactividad que lo que se creyó en su momento y aún se pueden ver los efectos.
Según el informe, el número de insectos de la zona se ha reducido drásticamente y sin ninguna apariencia de recuperación pese a que ya han pasado más de 20 años sobre el terrible incidente de la central nuclear de Chernobyl.
Eso preocupa porque si los insectos no han vuelto a repoblar la zona es porque la zona aún no está libre de radioactividad.
La Organización Mundial de la Salud estimó en su momento que el accidente había causado cerca de 9000 muertes de animales.
Datos irrisorios si se comparan con los 93.
000 muertes que la ONG Greenpeace (siempre en lucha en esta causa) estima que han habido a lo largo de estos años debido a la contaminación por el accidente nuclear.
Por otro lado, los investigadores del National Center for Scientific Reasearch de Francia se mostraron perplejos al descubrir que ninguna organización había hecho antes un estudio de estas características en la zona.
Según Anders Moller, uno de los científicos, “hay áreas no contaminadas cercanas donde encontramos 100 animales por metro cuadrado de media, hay otras, que suponemos más contaminadas, que en el mismo terreno tan sólo hay uno”.
Los científicos también han detectado que los animales que viven cerca del reactor de Chernobyl, que fue cubierto en 1986 con todo tipo de materiales para frenar la radioactividad después que explotará, tienen más deformidades.
Ahora, vayan y cuéntenle eso a todos estos que ahora abogan por volver a reactivar la energía nuclear como vía de energía alternativa.
Vía
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