Tenemos destrozadas a las pobres gallinas, con nuestra manía de robarles sus huevos, que ponen con esfuerzo e incuban con tanta dedicación.
¿Les agradecemos su esfuerzo, al menos? Ni tan siquiera eso, sino todo lo contrario.
Según una investigación secreta llevada a cabo por la protectora más importante de los Estados Unidos, las granjas de gallinas ponedoras no respetan ni los más mínimos derechos de estos animales.
Durante los pasados meses de febrero y marzo, la Humane Society of the United States se ha colado de puntillas en las granjas de los principales productores de huevos del país, y ha salido absolutamente horrorizada.
Los activistas defensores de los animales explican que en la mayoría de las ocasiones, las gallinas no tenían libertad de movimientos, hasta tal punto que sus pequeñísimas jaulas casi no las dejaban moverse.
Además, muchas de las aves quedaban sin poder llegar hasta los alimentos o el agua, atrapadas entre aves muertas que estaban pudriéndose.
¿Y la limpieza, qué tal el mantenimiento en estos gallineros de los horrores? Exacto, lo has adivinado, apúntate cinco si has pensado en lugares sucios, y en uno de los casos incluso estuvieron sin retirar su estiércol durante los últimos dos años.
En palabras del presidente de la ong, Wayne Pacelle:No creo que nadie pueda ver estas imágenes y sentirse bien con este sistema de producción.
Invito al secretario de Agricultura Tom Vilsack a echar un vistazo a nuestro material.
(Traducción libre)La investigación se ha realizado dentro de la campaña de la Humane Society para poner fin a las prácticas ganaderas que se consideran crueles.
En concreto, para las gallinas piden métodos de producción sin jaulas.
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