Las autoridades de la City of London –la zona de Londres en la que se aglutinan rascacielos y sedes de empresas y bancos- quiere que sus nueve mil residentes utilicen las zonas en las que aún no se ha construido nada para cultivar vegetales y frutas… en bolsas de crecimiento gigantes, que vienen a ser bolsas muy grandes que se llenarían de tierra y compost, en las que se cultivarían los alimentos y que, de ser necesario, podrían moverse a otro lugar.
Esta decisión es, seguramente, una de las pocas que los londinenses pueden agradecer a la crisis.
Y es que se ha tomado porque, debido a los problemas financieros, muchos terrenos en los que debían construirse edificios se han quedado fríos.
Claro que, como el dinero tiene prioridad, los cultivos se harán en estas bolsas, no vaya a ser que salga un cliente potencial para un terreno en el que haya que desenterrar un montón de zanahorias.
Nada nuevo bajo el sol, pues la idea de los cultivos temporales se conoce en Nueva York desde hace 30 años, por no mencionar aquellas ciudades en las que el movimiento de jardinería de guerrilla está casi institucionalizado.
Naciones Unidas estima que entre 15% y 20% de los alimentos producidos en el mundo actualmente provienen de 800 millones de granjas urbanas y semi urbanas.
La idea se le ha ocurrido a Sue Ireland, responsable de espacios abiertos de la City, que es como se le llama cariñosamente a esta zona, corazón financiero de Londres y de Europa.
Ireland vio estas bolsas en un festival de música, enormes, llenas de arena y muy flexibles, fácilmente transportables con un camión.
Está intentando identificar algún lugar en la frontera del municipio que esté vacante durante al menos 18 meses.
La Commission on Architecture and the Built Environment –que gestiona los planes de construcción- calcula que en toda Gran Bretaña hay unos 74 mil acres de terreno vacantes.
Boris Johnson, alcalde de Londres, recientemente lanzó un programa para convertir más de dos mil terrenos en la ciudad en espacios para sembrar alimentos, con miras al 2012.
Hasta la Royal Parks ha aceptado proveer espacio para estos cultivos.
Vía
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.