Menos cosecha y de menor calidad.
No es un negocio redondo, precisamente, el de algunos productores de té indios, que han sufrido una caída en la producción y han notado un cambio en la infusión, ahora de sabor menos intenso.
La razón de la doble pérdida, según estas empresas agrícolas del noreste de India, es el cambio climático.
En concreto, el aumento de las temperaturas y el cambio del patrón de precipitaciones en Assam, la región donde se produce el famoso té del mismo nombre, una variedad muy apreciada por su fuerte sabor y su cuerpo.
Lejos de ser un problema local, estamos hablando del abastecimiento de té de buena parte del planeta.
No en vano, Assam es la principal región de siembra de té y produce más de la mitad de la enorme cosecha del país.
India produce un 31 por ciento del té del mundo.
La preocupación de los agricultores va en la misma línea que las predicciones de la Red India para la Evaluación del Cambio Climático, que considera el país uno de los más vulnerables frente al calentamiento global.
Según este organismo, en menos de dos décadas aumentará dos grados centígrados la temperatura, así como más lluvias, sobre todo en el Himalaya y el noroeste del país, si bien éstas serán de menor duración.
Por lo tanto, aumentará la probabilidad de inundaciones y sequías, con lo que ello supone para la agricultura y la inseguridad alimentaria.
¿Y cómo afectarían todos estos cambios a la producción del té? Por ahora, ya no sabe igual.
Rajib Baruah, un productor de Jorhat, el principal distrito tealero de Assam, afirma que se ha debilitado el potente sabor de las bebidas de Assam.
“Estamos preocupados.
El sabor fuerte es el sello del té de Assam“, dijo.
Además, ha caído su producción.
Mridul Hazarika, director de la Asociación de Estudio del Té, responsabiliza al cambio climático de la menos cosecha, y señala como causa que la temperatura haya aumentado dos grados en Assam en los últimos 80 años.
Vía
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.