¡Las marcas de bebidas isotónicas hubieran estado encantadas con el éxito de una película de ciencia ficción como ésta! El film estaría ambientado en un laboratorio, y sería la historia de unos científicos que luchan denodadamente contra un hongo asesino que está devorando la delicada piel de las ranas.
La enfermedad es tan agresiva, que pronto no quedarán ranas en el mundo… Pero ¡oh, sorpresa!, y aquí viene el golpe argumental: buscando, buscando, una rana enferma comienza a sanar … tras hacerle ingerir una bebida de electrolitos.
Sí, así sería en esta extraña película… pero también lo es en la realidad, porque una bebida tipo Gatorade ayuda a combatir los letales efectos de este nefasto hongo, que ha diezmado las poblaciones de anfibios de todo el mundo.
Sigamos en el mundo real: La piel de las ranas es un órgano desnudo, sin plumas, sin pelo… que cumple funciones vitales para estos animales, permitiéndole intercambiar sustancias con el exterior, como el oxígeno.
Por eso, cuando se manipula una rana es importante tener las manos mojadas para no dañar su piel pero, si está afectada por el hongo asesino, conocido como quitridiomicosis, lo mejor es darles a beber un buen trago de electrolitos… Fuera bromas, lo cierto es que esta enfermedad altera la capacidad de los animales para absorber electrolitos a través de su piel.
Precisamente, fue ésta la conclusión a la que llegaron los científicos de la Univerdidad James Cook en Townsville, Australia, un hallazgo que abre la vía para encontrar tratamientos que hagan la enfermedad menos letal, quizás basados en la ingesta de bebidas de electrolitos.
Por lo que respecta a estos biólogos, ya han encontrado una primera respuesta en la lucha contra el hongo, responsable la crisis de conservación que padecen las ranas en los últimos años y de la alarma suscitada ante la posibilidad de que esta extraña enfermedad también se extienda al ser humano.
Jamie Voyles, líder de la investigación, habla del proceso:En ranas enfermas, la capacidad de la piel para tomar iones de sodio y potasio del agua disminuye en más del 50 por ciento, que encontraron.
Como resultado, la concentración de estos dos iones en la sangre de las ranas cayeron en un 20 y un 50%, respectivamente.
Esta pérdida de iones – similar a la hiponatremia que un atleta humano puede experimentar de beber demasiada agua demasiado rápido – el tiempo conduce a un paro cardíaco y muerte.
Esta sería una explicación de por qué el hongo sólo afecta a las capas externas de la piel y, sin embargo, es tan letal.
Hemos descubierto que podíamos retrasar la muerte dando a las ranas enfermas una solución oral de una especie de Gatorade.
Los daños por hongos en la piel eran demasiado extensos para acabar con ellos, pero el estudio representa un primer paso para encontrar un tratamiento eficaz.
(Traducción libre)Vía
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