Los de Peta ya pusieron el grito en el cielo, hablaban de una “interminable lista” de muertes en SeaWorld Orlando, en Florida, Estados Unidos.
Ahora, sólo algunos meses más tarde, la atención se centra en las orcas, cuya tasa de mortalidad preocupa a los biólogos y defensores de los animales.
No es algo insólito que nazcan orcas en cautiverio.
Precisamente, una orca nació en este parque acuático el pasado fin de semana.
Lo difícil es sobrevivir a la frustrante vida que les espera en dicho lugar a estos grandes mamíferos marinos.
Un ejemplo reciente es el de Kalina, la primera orca que nació en el parque, y también la última víctima de este encierro, tan alejada de los vastos océanos, de la naturaleza, al fin y al cabo.
Tenía 25 años de edad, era inteligente, como todas las orcas, y fue encontrada sin vida hace menos de una semana.
Ha sido la cuarta orca muerta en SeaWorld Orlando en los últimos cuatro meses.
Los biólogos marinos estudian el caso que, lógicamente, ha despertado las iras de los activistas de los derechos de los animales.
Para éstos últimos, no se necesitan indagaciones para saber que las condiciones de vida de esta ballena contribuyeron a su muerte.
En palabras de Bryan Wilson, activista de Peta: Ella tiene una dieta artificial, y también es difícil vivir en el agua tratada químicamente, en un entorno que pone gran énfasis en sus cuerpos y las obliga a hacer piruetas sin fin.
Las orcas salvajes viajan libremente a través de grandes áreas oceánicas, lo que hace que incluso los grandes tanques donde se mantienen en SeaWorld sean pequeños para ellas.
Están viviendo en un tanque, a nuestros ojos, pero en realidad es como si estuvieran en una bañera.
(Traducción libre)Por su parte, el parque temático no estudia nada, no duda de nada y lo tiene todo (¿demasiado?) claro.
Así, en el comunicado que ha emitido dicen que no hay relación entre las muertes de los últimos meses: “Los animales a nuestro cuidado viven y mueren como lo hacen los de la naturaleza … No tenemos ninguna razón para creer que su medio ambiente fue un factor contribuyente”.
Los números, sin embargo, son tozudos: un total de 24 orcas han muerto en cautiverio en SeaWorld desde 1985, con edades comprendidas entre menos de un año a 30.
Además, hasta la fecha, SeaWorld no ha publicado los informes de necropsia de las causas de la muerte de los cetáceos.
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