La Real Sociedad para la Protección de las Aves (RSPA), una de las organizaciones conservacionistas más consolidadas del Reino Unido, ha entregado a un juez una grabación en la que se ve a un guardabosques encerrar a un pichón en una trampa para aves de presa en un bosque gerenciado por el National Trust, otra institución de la conservación del patrimonio histórico y natural británico.
Con dicha acción, el guardabosques ha violado al menos dos leyes de protección de la vida silvestre.
Las acusaciones, negadas por el hombre, son atrapar intencionalmente a un gavilán, tenencia de palomas para su uso como cebo vivo y causar sufrimiento innecesario a una paloma, a un faisán y a una corneja negra.
En otras palabras, es como subir un peldaño más en la escala del sadismo: no basta con infligir sufrimiento al animal cazado, además hay que infligirlo también al cebo.
Citado por The Guardian, el fiscal de Rod Chapman dijo a la corte que las infracciones involucran una trampa jaula diseñada para cuervos, que fue colocada en el bosque Howden Moor.
Chapman dijo que un investigador de la RSPA, John McMahon, había encontrado la trampa y en un principio pensó que estaba siendo utilizada legalmente para atrapar cuervos (pobres cuervos, por otra parte).
Pero en subsiguientes visitas, en abril y mayo del año pasado, se convenció de que las estrictas regulaciones sobre tales trampas estaban siendo violadas y que las aves de presa eran el blanco real del guardabosques.
Algunas trampas son permitidas por licencias ocasionales otorgadas por Natural England, con la condición de que sean visitadas a diario, las aves legalmente cazadas (es decir, las permitidas) sean sacrificadas rápida y lo menos dolorosamente posible y todas las demás aves que caigan accidentalmente en la trampa deben ser liberadas.
El “pájaro cebo” -porque está permitido usar a algunas especies vivas, que ya es muy fuerte- debe recibir comida, agua, refugio y una percha adecuada.
Chapman dijo que en las visitas posteriores, McMahon había encontrado un faisán herido de gravedad en la trampa puesta por el guardabosques acusado, ave que debió ser sacrificada, y luego una paloma blanca salvaje, que no es un señuelo adecuado para cuervos.
Una paloma blanca dentro de una jaula de trampa es ilegal.
Vía
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.