El mineral de alumbre como desodorante ha ganado popularidad entre quienes quieren evitar el uso de desodorantes y, especialmente, de antitranspirantes que contengan aluminio.
La razón de este rechazo es el vínculo que algunos estudios han encontrado entre el aluminio y el desarrollo de cáncer de seno.
Como explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos:Compuestos de aluminio se usan en los antitranspirantes como el ingrediente activo.
Estos compuestos forman una cubierta temporal de los conductos del sudor; esta cubierta impide que el sudor fluya a la superficie de la piel.
Algunos estudios sugieren que los compuestos de aluminio, los cuales se aplican frecuentemente y se dejan en la piel cerca del seno, pueden ser absorbidos por la piel y causar efectos parecidos a los del estrógeno (efectos hormonales).
Ya que el estrógeno tiene la capacidad de fomentar el crecimiento de las células de cáncer de seno, algunos científicos sugieren que los compuestos de aluminio en los antitranspirantes pueden contribuir a la formación del cáncer de seno.
El mineral de alumbre, frecuentemente presentado como una piedra transparente, promete una protección natural –ojo con este adjetivo- contra los malos olores que provocan las bacterias cuando transpiramos.
Pues bien, Joe y Terry Graedon, autores de numerosos libro sobre farmacología dirigidos al público y del blog The People’s Pharmacy, señalan: no hay duda de que el alumbre contiene de aluminio, a menudo alumbre de potasio.
El adjetivo natural sólo evidencia una cosa: el aluminio se encuentra en la naturaleza.
El Instituto Nacional del Cáncer ya citado, en un artículo del 19 de septiembre del 2011, señala que no hay estudios conclusivos que relacionen el uso de antitranspirantes o desodorantes en las axilas con el cáncer de seno.
Los Graedon citan estudios publicados en reconocidas revistas arbitradas que tanto apoyan como rechazan la relación entre el cáncer de mama y el uso en las axilas de productos con aluminio.
Concluyen que probablemente tomará muchos años más resolver esta controversia y, mientras tanto, quienes prefieren evitar el uso de antitranspirantes con aluminio podrían intentar opciones distintas al mineral de alumbre.
Mi sugerencia: leche de magnesia o lavarse a diario con limón y bicarbonato de soda.
Ninguna de éstas evitará el sudor pero, al menos en mi caso, sí evitan el mal olor.
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