Patrick Wilson, de la Universidad de Chicago, cree que estamos más cerca de una vacuna universal contra la influenza.
Y se apoya en el estudio de un evento muy reciente: la epidemia del virus H1N1, la infame gripe porcina.
Más exactamente, en los anticuerpos desarrollados por quienes la padecieron y salieron airosos.
De acuerdo con el estudio en el que Wilson ha participado, publicado en la revista arbitrada Journal of Experimental Medicine y citado por Reuters, las personas que fueron infectadas por el H1N1 desarrollaron una respuesta inmune inusual, haciendo anticuerpos que podrían protegerles contra todas las gripes estacionales H1N1 durante la última década, la llamada gripe española e incluso la gripe aviar H5N1.
El equipo de Wilson comenzó en 2009, haciendo anticuerpos a partir de nueve personas que habían sido infectadas en la primera ola de la gripe H1N1 antes de que una vacuna hubiera sido producida.
Mano a mano con investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, el equipo produjo 86 anticuerpos que reaccionaron con el virus H1N1 y los puso a prueba en diferentes cepas de la gripe.
Como informa Reuters, cinco fueron de protección cruzada, lo que significa que podrían interferir con muchas cepas de la gripe.
Pruebas de estos anticuerpos en ratones mostraron que los roedores estaban totalmente protegidos de una dosis de gripe que de otra forma habría sido letal.
Wilson dice el estudio demuestra que es posible hacer que el sistema inmunológico produzca estos anticuerpos si cuenta con el estímulo adecuado.
El equipo está trabajando con una compañía de biotecnología para desarrollar una vacuna o medicamentos basados en este concepto.
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