Más que un lujo, va a ser necesario tener a mano un pequeño bosquecito en el que perderse de cuando en vez.
De acuerdo con un nuevo estudio, respirar aire puro alimenta nuestra mente y la pone en plena forma.
Algo tan sencillo como darse un paseo por un entorno natural aumenta la capacidad de aprendizaje y ayuda a retener información.
Lo dicen psicólogos medioambientalistas de la Universidad de Michigan, confirmando lo que ya vienen apuntando numerosas investigaciones: pasar un tiempo en un lugar verde vivifica la psique y aumenta la capacidad cerebral para retener información importante.
Este hallazgo complementa otras conclusiones de estudios anteriores, que demuestran hasta qué punto los ambientes urbanos estimulan con un exceso de información y opciones a nuestros cerebros, agobiándolos y fatigándolos.
Más pausado, el medio natural nos da un respiro: reconforta, permite el descanso, refrescar la mente durante periodos de tiempo más largos.
En concreto, nos proporciona beneficios para nuestra salud intelectual, restaurando nuestro cerebro y mejorando la capacidad de aprendizaje.
Tal y como demostraron los participantes en el estudio, se aprende y memoriza más después de una caminata en la naturaleza que tras un paseo en un entorno urbano.
Además, ambas habilidades intelectuales disminuían conforme aumentaba la densidad urbana (tráfico, contaminación sonora, etc.
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