Tic, tac, tic, tac… Los expertos alertan de que la comida chatarra es una bomba de relojería que amenaza con hacer explotar en mil pedazos la salud.
Según un nuevo estudio, las dietas de calorías vacías dejan los estómagos llenos, pero también hambrientos de vitaminas y minerales.
Entre los jóvenes, sus principales consumidores, esta carencia puede ocasionar enfermedades típicas de edades más avanzadas.
Un estudio de la Universidad Metropolitana de Manchester se centra en las malas prácticas alimentarias de los jóvenes, concluyendo que resulta preocupante que ya se cuenten por millones los adolescentes devoradores de pizzas, patatas fritas, grasas saturadas, alcohol, azúcares y sal.
A nadie se le escapa que los jóvenes son el sector de la población más aficionado a la comida basura.
Lo que ya no resulta tan conocido es que, más allá de los kilos de más y del famoso colesterol, se produce una carencia de vitaminas y minerales que puede dinamitar nuestra salud a corto y largo plazo.
La investigación encontró que, a la vez que se evitan las frutas, las verduras y el pescado azul, casi la mitad de las adolescentes son peligrosamente bajos en hierro (vital para la producción de glóbulos rojos y ayuda a mantener la memoria y la atención de agudos), magnesio (huesos fuertes) y selenio (sistema inmunológico saludable).
Por sexos, las chicas son las más perjudicadas: padecen un nivel de calcio insuficiente, que en la vejez puede derivar en problemas de fragilidad ósea.
Igualmente, una de casa seis tiene escasez de yodo, mineral clave para el desarrollo del funciones vitales del organismo, así como del cerebro del feto en el útero.
Los adolescentes varones tampoco se van de rositas.
El estudio encontró que uno de cada diez carece de zinc, importante en la producción de esperma, la cicatrización de heridas y la recuperación de los músculos después del ejercicio.
Desactivar esta bomba, detener su tic, tac, es tan sencillo como no saltarse las comidas, no creer en las dietas milagro ni abusar de la comida rápida.
“Parece aburrido pensar en la salud cuando se es joven, pero sólo la dieta equilibrada aleja de enfermedades propias de edades avanzadas, como las cardíacas y el cáncer”, aconseja la doctora Ruxton, líder de la investigación.
Vía
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