Estamos en el Lago Skilak, en Alaska.
Un grupo de personas ríe las gracias de un oso pardo: cómo se baña, cómo pesca.
El oso suelta un zarpazo contra las aguas, otro, y otro más.
Es espectacular verlo en plena naturaleza.
Click-clack, click-clack, venga fotografías.
“Oh, ah, mira lo que hace ahora”, cuchichean entre ellos, mientras observan hasta el más pequeño de sus movimientos… Lo que no sabían los apasionados fotógrafos era que sus disparos estaban capturando los últimos instantes de la vida de este mamífero.
En este lago ya han muerto 25 osos pardos en lo que va de año, todos ellos víctimas de la caza.
Pero ésta era la primera vez en la que lo mataban frente a un grupo de observadores de la vida salvaje.
El bonito día en contacto con la naturaleza acabó siendo una auténtica pesadilla.
Algunos de los testigos explican la macabra escena que tuvieron que tragar sin previo aviso.
Ocurrió así: Ni cortos ni perezosos, los cazadores se presentaron con todo su atavío (ropa de camuflaje, rifles, etc) y dispararon al animal delante de los allí presentes.
Horrorizados y aturdidos, en estado de shock, los turistas vieron salpicada de sangre aquella escena de auténtica postal y sintieron una sensación de impotencia e injusticia.
Así, al menos, lo vivió Pamela Locke, su marido y su hijo de 13 años, que se encontraban entre el grupo, en el que había niños de apenas 4 años de edad.
Según cuenta Pamela Locke, su familia decidió detener su camino cuando vio a un grupo de coches al lado de la carretera, junto a un puente.
Al asomarse a la barandilla, vieron que la atracción era un joven oso pardo macho bañándose en el río.
Pero pronto aparcó otro coche, del que bajaron dos hombres armados que comenzaron a dirigirse hacia el oso.
Pamela y su familia ya regresaban al coche cuando se cruzaron con estos dos sujetos:Al principio pensé, bueno, están siendo precavidos.
Sólo quieren ver al oso, pero llevan fusiles de protección en caso de que algo suceda.
Entonces me di cuenta de que están vestidos de camuflaje completo y les dije: Vosotros no vais a disparar, ¿verdad? Los tipos no dejaban de reír y dijeron: Sí, si cruza la carretera.
Y les contesté que tenían que estar bromeando.
(Traducción libre)Pamela no lo lamenta por el oso, sino por toda aquella gente que había “todavía allí”.
Pero ocurrió.
Teniendo en cuenta una una ley que impide matar a un oso en o cerca de las carreteras (una regulación federal impide usar un arma de fuego dentro de la carretera y a ambos lados de ésta), corrieron tras él, le dispararon cuando subía un terraplén, junto a la carretera, y lo dejaron herido en el asfalto, según cuenta esta familia.
Así, siempre según Pamela, el disparo se realizó cuando el animal estaba fuera de la carretera, pero cayó herido sobre ésta: Mi esposo dijo que estaba claramente parado en la carretera cuando dispararon contra él los dos últimos tiros.
(Traducción libre).
Además, había un coche patrulla entre los presentes, pero pasó del tema.
La señora Locke cuenta cómo los agentes se metieron en el coche e hicieron mutis por el foro, una vez el oso estuvo muerto.
La mujer increpó a los funcionarios con un ¿Vais a dejar que dispare desde la carretera? Ellos dijeron: “Señora, no están en la carretera.
No queremos discutir más”.
Todo fue tan extraño a mí.
Yo estaba como en shock.
Yo sólo quería salir de allí.
Hay muchas razones por las que lo que ocurrió no era justo.
Cazarlo fue como haberse puesto un traje de payaso y disparar a este oso.
No fue una cacería.
Yo comparo esto a haberlo matado dentro de un zoológico, acercarse a un oso en una jaula y acabar con él.
Sólo estoy disgustada por la situación.
Mi familia apoya la caza deportiva, pero esto no lo es.
Y cualquier cazador decente sabe si usted no tiene un tiro limpio no ha de disparar.
Tardó al menos cinco disparos, mientras estaba huyendo.
Y la respuesta de los funcionarios dejó mucho que desear: yo hubiera esperado más de los patrulleros.
Toda la situación era de muy mal gusto, por decir lo menos.
(Traducción libre)Actualmente, el caso está siendo investigado por el Departamento de Caza y Pesca de Alaska.
Vía
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