El órgano del gobierno chino responsable de la política energética ha finalizado una propuesta que incluye millones de euros en incentivos para granjas y paneles solares.
China es el principal fabricante de paneles fotovoltaicos del mundo, pero 95% de la producción se exporta.
La energía solar termal –para calentar agua- está ampliamente extendida, pero el gobierno había considerado la energía fotovoltaica demasiado costosa.
Hasta ahora.
Desde que las primeras evidencias de la crisis económica se hicieron visibles el año pasado, hay un exceso de oferta de paneles fotovoltaicos.
Este exceso ha provocado la caída de los precios en más de 30%, con la consecuente caída en las ganancias de los productores domésticos de estas estructuras, como la empresa Suntech.
Así que la medida parece más un plan de apoyo económico a las empresas nacionales que una reacción ante el cambio climático.
En cualquier caso, se espera que el plan incluya el estímulo más grande que se haya dado a la energía solar, y podría estar acompañado por apoyo a la energía eólica, nuclear y por biomasa.
El objetivo del gobierno es que, para 2020, el porcentaje de energía renovable aumente del 1,5% actual a 6%.
Los gobiernos locales de regiones soleadas del país ya se han puesto en ello.
El centro de energía solar de la región de Gansu ha dicho que al menos 10 granjas solares están en construcción.
El más ambicioso de estos planes se está desarrollando en la provincia de Jiangsu, en la que se encuentran las instalaciones de Suntech.
Allí se ha anunciado un incentivo de 105 billones de euros para construir una planta de energía solar con una capacidad de generación de 260 MW megavatios para 2011.
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