Una mujer de 36 años es encontrada muerta dentro de una serpiente pitón en la isla de Célebes (Indonesia). Es el segundo caso en el último mes en Indonesia.
Una serpiente pitón de seis metros engulle y mata a una mujer de 36 años en la isla de Célebes (Indonesia). Los lugareños abrieron a la serpiente con un machete y la sacaron completamente vestida.
Serpiente pitón se come mujer
En la isla de Célebes, ubicada en la región central de Indonesia, los residentes de una aldea han sido testigos de una tragedia impactante: el descubrimiento del cuerpo de una mujer dentro de una pitón, marcando el segundo incidente fatal de este tipo en la zona en solo un mes.
La víctima, de 36 años, fue encontrada por vecinos en la provincia de Luwu, al sur de Célebes.
Su marido notificó su desaparición después de que ambos salieran hacia su hogar, con él llegando unos minutos antes.
Los residentes encontraron a la pitón, de aproximadamente seis metros de longitud, en el área donde la mujer había desaparecido en su camino de regreso.
Indicios macabros
El estómago inflamado de la pitón levantó sospechas inmediatas entre los vecinos, quienes rápidamente consideraron la posibilidad de que la serpiente hubiera devorado a la mujer desaparecida.
Tras abrir al reptil, confirmaron el peor de los temores al encontrar el cuerpo sin vida de la mujer.
Este trágico suceso representa el segundo caso fatal con una pitón en menos de un mes en esta isla indonesia.
A principios de junio; los vecinos también encontraron el cuerpo de una aldeana de 45 años que había sido tragada por una pitón de cinco metros.
La Pitón reticulada
El comunicado oficial identificó al reptil como una pitón reticulada (Malayopython reticulatus), conocida por ser la serpiente más larga del mundo; alcanzando hasta ocho metros de longitud y pesando hasta 250 kilogramos.
Estas serpientes suelen asfixiar a sus presas antes de ingerirlas por completo.
Aunque las pitones reticuladas se alimentan principalmente de roedores, peces y otros reptiles, los especímenes más grandes tienen la capacidad de cazar presas más grandes como monos, ciervos, jabalíes e incluso leopardos.
Aunque poco frecuente, estas serpientes han atacado y consumido a adultos humanos.