Un lamentable episodio de violencia sacude el suroeste de Pakistán, donde el secuestro de un autobús y el retén de un vehículo, han dejado un saldo de diez personas muertas y seis heridas.
Las autoridades paquistaníes están tras la pista de los individuos armados responsables de segar la vida de ocho personas; tras el secuestro de un autobús en una carretera del suroeste del país, según informó un oficial de policía el pasado sábado 13 de abril.
El secuestro tuvo lugar el viernes en la provincia de Baluchistán, una zona marcada por la persistente insurgencia de grupos separatistas que buscan la independencia.
El subcomisario Habibullah Mosakhail relató que los atacantes instalaron un bloqueo en la carretera y posteriormente detuvieron el autobús, sometiendo a los pasajeros a una revisión de identificación.
Tras seleccionar a ocho personas, todas originarias de la provincia de Punjab, los secuestradores huyeron hacia las montañas.
Más tarde, la policía encontró los cuerpos de estas víctimas bajo un puente, a unos 5 kilómetros de distancia.
Horas antes, los mismos individuos armados abrieron fuego contra un vehículo que se negó a detenerse en el bloqueo, resultando en la muerte de dos personas y dejando a seis heridas.
Mosakhail informó que se ha iniciado una operación para dar con los responsables del ataque.
El autobús viajaba desde la capital provincial de Quetta hacia Taftan, un pueblo en la frontera con Irán.
Hasta el momento, nadie ha reclamado la autoría de los homicidios.
La policía no ha recibido demandas de rescate ni ha identificado un motivo para los ataques.
Los grupos separatistas étnicos balochos han estado activos en la región, argumentando que el gobierno central les niega una justa distribución de los recursos regionales.
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