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Taiwán se ve sacudido hoy miércoles por un terremoto de magnitud 7,4, dejando a su paso un saldo trágico de víctimas y graves daños materiales.
Taiwán ha sido sacudido por una serie de potentes terremotos; el más fuerte de ellos ha sido de magnitud 7,4 en la escala de Ritcher, desencadenando una tragedia con un saldo inicial de nueve personas fallecidas y más de 800 heridas.
El fenómeno telúrico, considerado uno de los más intensos en décadas, ha dejado a su paso un rastro de destrucción y desolación en la isla.
Los temblores que estremecieron la mañana del miércoles a Taiwán provocaron el colapso de edificaciones y dejaron a más de mil personas atrapadas en las montañas.
En el Parque Nacional de Taroko, un popular destino turístico, cerca de mil individuos quedaron varados, sumiendo la región en una situación de emergencia.
El temblor desencadenó la emisión de una alerta de tsunami, generando pánico entre los habitantes de Taiwán, Japón y Filipinas. Sin embargo esta amenaza fue descartada posteriormente.
El terremoto provocó estragos significativos en la infraestructura del país.
Se registró el derrumbe de 28 edificios, el colapso de tramos de la autopista Suhua y el desprendimiento de rocas en túneles, dejando a numerosas personas atrapadas.
Las autoridades locales elevaron el nivel de respuesta ante desastres y desplegaron equipos de rescate para hacer frente a la emergencia.
A medida que la isla experimentaba réplicas sísmicas, se intensificaban los esfuerzos para atender a los afectados y evaluar los daños causados por el terremoto.
Este terremoto representa el evento más catastrófico que ha sacudido Taiwán en los últimos 25 años, superando en magnitud al devastador sismo de 1999 que dejó miles de víctimas.
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