El presidente Javier Milei prohíbe el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en la administración pública por su uso como "negocio de la política"
El Gobierno de Javier Milei, ha decidido prohibir el uso del lenguaje inclusivo y de “todo lo referente a la perspectiva de género”; en la administración pública.
Milei prohibe lenguaje inclusivo
El gobierno del presidente argentino, Javier Milei, ha tomado una medida controvertida.
Ha decidido prohibir el uso del lenguaje inclusivo y la integración de la perspectiva de género en todas las ramas de la Administración pública argentina.
Esta acción, anunciada por el portavoz presidencial Manuel Adorni; marca un cambio significativo en la política gubernamental y ha desatado un amplio debate dentro y fuera del país.
Según Adorni, la nueva política implica eliminar completamente el uso de morfemas como -e, la arroba (@), y la –x en todos los documentos oficiales, argumentando que tales prácticas constituyen una «innecesaria inclusión» que desvía del uso correcto del español.
Además, el portavoz criticó la perspectiva de género, calificándola de «negocio político» y alineándose con la postura del presidente Milei, quien la considera parte del «marxismo cultural».
Impacto y críticas al nuevo decreto
La decisión ha generado una ola de críticas y preocupaciones, especialmente entre activistas y defensores de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTIQ+; quienes ven en esta medida un retroceso significativo en términos de igualdad y reconocimiento de derechos.
Además, ha provocado un intenso debate en redes sociales y entre la oposición política; quienes acusan al gobierno de distraer la atención de problemas más apremiantes como la economía y la seguridad social.
La prohibición se inscribe en un contexto en el que el lenguaje inclusivo había ganado terreno en Argentina, especialmente tras las manifestaciones a favor de la legalización del aborto en 2018.
La Real Academia Española (RAE) ha rechazado la postura del gobierno; sosteniendo que el lenguaje inclusivo es ajeno a la morfología del español y que el uso del masculino gramatical no implica discriminación sexista.
