A un día de las elecciones, Pakistán sufre 3 atentados que dejan como saldo 26 muertos y 54 heridos.
Tres explosiones dirigidas contra oficinas de candidatos políticos en las provincias de Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa han dejado un saldo de al menos 26 muertos y 54 heridos; aumentando la tensión en una nación ya marcada por la violencia política y el terrorismo.
El primero de estos ataques ocurrió en Pishin, Baluchistán, donde una motocicleta bomba estalló cerca de la oficina de campaña de un candidato independiente, matando a 14 personas e hiriendo a otras 25.
Poco después, otra explosión devastó las oficinas del partido Jamiat Ulema-e-Islam (F) en Quilla Saifullah, también en Baluchistán, cobrándose 12 vidas y dejando 24 heridos.
Este segundo ataque provocó además un incendio en la sede del partido, complicando aún más las labores de rescate.
El tercer atentado se registró en el distrito tribal de Waziristán del Sur; en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa; donde una explosión alcanzó el vehículo del parlamentario Naseerullah Wazir, del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf, hiriendo a al menos cinco personas.
Estos ataques no han sido reivindicados por ningún grupo insurgente, aunque aumentan la preocupación por la seguridad de los candidatos y el proceso electoral en regiones plagadas de conflictos armados.
El anuncio de las elecciones generales ha venido acompañado de un preocupante incremento en los ataques contra candidatos y personal de la Comisión Electoral; especialmente en Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa.
Estos trágicos eventos ocurren en un contexto de violencia previa, como el ataque del 5 de febrero contra un centro de seguridad en Khyber Pakhtunkhwa, que resultó en la muerte de 10 policías.
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