París, la capital de Francia, se prepara para ser el epicentro de una intensa protesta de agricultores.
A partir de este lunes a las 14.00 horas, la ciudad experimentará un bloqueo «por tiempo indefinido», anunciado por dos importantes organizaciones agrícolas.
Ante esta situación de calma tensa, el gobierno ha respondido desplegando una considerable fuerza de seguridad.
Los accesos a París serán bloqueados por la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA) y la asociación Jóvenes Agricultores de la Gran Cuenca de París.
Estas agrupaciones han comunicado sus planes a través de la cadena de televisión BFMTV.
Clément Torpier, presidente de los Jóvenes Agricultores; ha expresado su deseo de llevar a cabo manifestaciones pacíficas y seguras, afectando a siete carreteras principales.
Régis Desrumaux, presidente de la FNSEA, declaró con firmeza su intención de interrumpir las actividades cotidianas en la ciudad, incluido el desplazamiento al trabajo y las citas programadas.
En respuesta, el Gobierno francés, liderado por el primer ministro Gabriel Attal, ha movilizado a 15,000 agentes de policía y ha reconocido la necesidad de abordar las preocupaciones de los agricultores.
El mercado de Rungis, vital para el suministro de productos frescos en Francia, y los aeropuertos de Orly y Roissy, son áreas de especial atención.
Además de la presencia policial, el Gobierno ha tomado medidas para proteger a los camiones, especialmente los extranjeros, de posibles saqueos.
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