Muere Henry Kissinger, el controvertido ex-secretario de estado de los EE.UU, que desempeñó un papel crucial en momentos clave de la Guerra Fría.
Muere Henry Kissinger, a los 100 años en su residencia de Kent, Connecticut, EE.UU. El influyente diplomático y político estadounidense que forjó los EE.UU de la guerra fría.
Muere Henry Kissinger
Henry Kissinger, cuyo nombre se convirtió en un referente de la diplomacia tanto por sus logros como por sus controversias, falleció este miércoles a los 100 años en su residencia de Kent, Connecticut.
Su figura, a la vez admirada y criticada, deja un legado complejo en la historia de la política internacional.
Henry Kissinger era un influyente diplomático y político estadounidense conocido por su papel en la política exterior de los Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970.
Nacido en Alemania en 1923, Kissinger emigró a Estados Unidos en 1938 huyendo del régimen nazi.
Se convirtió en una figura clave en la política internacional como asesor de seguridad nacional y luego como secretario de Estado bajo los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford.
Kissinger fue un defensor y practicante de la ‘realpolitik’, una forma de diplomacia enfocada en el pragmatismo y el poder más que en ideales.
Como Secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, desempeñó un papel crucial en momentos clave de la Guerra Fría.
Fue el artífice de la histórica apertura de relaciones entre EE.UU. y China y desempeñó un papel central en las negociaciones para terminar la Guerra de Vietnam.
Sin embargo, su enfoque a menudo implicaba la supresión de los valores democráticos en favor de intereses estratégicos.
Un Legado de contrastes
La carrera de Kissinger estuvo marcada por decisiones que generaron tanto alabanzas como condenas.
Su involucramiento en los golpes militares en Chile y Argentina, así como su papel en los bombardeos de Camboya y Laos, fue objeto de intensas críticas y acusaciones de crímenes de guerra.
A lo largo de su vida, Kissinger fue una figura que polarizó opiniones, atrayendo tanto admiración como rechazo en igual medida.
Su influencia a menudo eclipsó la de los presidentes a los que sirvió, convirtiéndolo en una figura de fama mundial.
