Dimite el primer ministro de Portugal, António Costa, tras ser investigado por un caso de corrupción.
El primer ministro portugués ha anunciado su dimisión tras verse envuelto en una investigación por corrupción relacionada con la industria del litio y el hidrógeno.
En un acto de responsabilidad y honrando la integridad del cargo, Costa presentó su renuncia al presidente Marcelo Rebelo de Sousa; subrayando que la posición no debe ser manchada por ningún tipo de sospecha.
La Fiscalía de Portugal ha puesto la mirada sobre Costa y varios miembros de su gabinete por presuntos delitos de prevaricación y corrupción activa y pasiva, además del tráfico de influencias.
Esta noticia ha sacudido los cimientos políticos del país; cuestionando la transparencia de las gestiones gubernamentales en los negocios energéticos emergentes.
A pesar de su dimisión, Costa defiende su inocencia y su compromiso con la justicia.
Se declara ajeno a cualquier acto ilícito y recalca su disposición para colaborar con las autoridades.
Con la mirada puesta en el pueblo portugués, reafirma su tranquilidad de conciencia y su respeto por la independencia judicial.
Reflexionando sobre su gestión, António Costa enfatiza su dedicación a Portugal y sus ciudadanos durante su mandato.
manifiesta su sorpresa ante las acusaciones y reitera su desconocimiento previo sobre la investigación, señalando que nunca tuvo conocimiento de los procesos en curso.
La investigación en curso se centra en las supuestas concesiones en las minas de Romano y Barroso, en el norte del país, para la explotación de Litio.
También incluye un plan para una planta de generación de energía basada en hidrógeno y otro para el desarrollo de un centro de procesamiento de datos, ambos situados en Sines.
El Ministerio Público ha expedido mandatos de captura para el director del gabinete del primer ministro, el alcalde de Sines, dos directivos de la empresa «Start Campus» y un abogado.
Asimismo, se ha conferido la condición de «arguidos» (figura jurídica que precede a la imputación formal) al ministro de Infraestructuras, João Galamba.
También al líder del Consejo de la Agencia Portuguesa del Medio Ambiente.
Las diligencias de registro han sido ordenadas por el Ministerio Público.
Se están ejecutando con la colaboración de la Policía de Seguridad Pública (PSP) y la Autoridad Tributaria y Aduanera.
En la operación participan 17 fiscales de la justicia portuguesa, tres jueces magistrados, dos miembros de la Orden de Abogados, alrededor de 145 efectivos de la PSP y nueve de la Autoridad Tributaria y Aduanera.
La reciente renuncia de Costa tiene repercusiones significativas más allá de Portugal.
Repercute profundamente en el Partido Socialista Europeo (PES).
Su salida representa un duro golpe para el partido, dado que era uno de los líderes más destacados junto con figuras como el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente español Pedro Sánchez.
Además, de mantener una relación de colaboración estrecha con el gobierno español.
Finalmente, compartía con el maltés Robert Abela el distintivo honor de ser uno de los dos únicos líderes socialistas en Europa que gozaban de una mayoría absoluta en su gobierno.
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