Una fuerte explosión de un depósito de combustible en Nagorno Karabaj, Azerbaiyán, deja como saldo 125 muertos y cientos de heridos.
Una fuerte explosión en un depósito de combustible en Nagorno Karabaj; una región bajo jurisdicción azerbaiyana pero con mayoría armenia, ha dejado, como mínimo, 125 fallecidos y varios cientos de heridos.
Las víctimas se encontraban haciendo fila para cargar combustible en su huida hacia Armenia.
Autoridades locales armenias han comunicado que tras el devastador suceso, al menos 290 personas han sido hospitalizadas en la mañana del martes.
De estas, docenas se encuentran «en condición crítica».
El detonante de esta tragedia aún es un misterio, y hasta el momento, no se ha confirmado si fue una acción intencionada por alguna de las partes en conflicto.
En el momento de la explosión, las cercanías del depósito estaban repletas de vehículos de habitantes de Karabaj que, tras la reciente derrota militar ante las fuerzas azerbaiyanas, buscaban abandonar la región.
Este desplazamiento masivo viene en el contexto de tensión regional, donde más de 28.000 personas han tenido que migrar desde el domingo, debido a operaciones militares.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ha mostrado solidaridad y apoyo, asegurando que la capital, Ereván, está lista para recibir a todos los karabajíes que opten por abandonar el territorio en cuestión.
Desde el extranjero, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no ha permanecido indiferente ante la crisis.
A través de un comunicado dirigido por Samantha Power, líder de la Agencia de EEUU para el Desarrollo, ofreció asistencia humanitaria a Armenia.
Esto, reafirmando el compromiso estadounidense con la paz y estabilidad de la región.
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