Al menos 36 personas mueren en varios incendios sin precedentes en Hawái, EE.UU, avivados por el huracán Doha, en la isla de Maui.
El fuego que arrasa la isla de Maui, en el archipiélago de Hawái, ha dejado una marca de destrucción sin precedentes, con al menos 36 fallecidos confirmados en las últimas horas.
Las llamas aún incontrolables y el temor crece ante la posibilidad de que el número de víctimas pueda seguir creciendo.
Miles de personas han sido evacuadas debido al avance de las llamas.
En una reciente rueda de prensa en Honolulu, la vicegobernadora Sylvia Luke enfatizó la importancia de la unidad y el valor en estos momentos críticos.
Además, ha instado a los turistas a reconsiderar su visita: «Maui no es un lugar seguro ahora», declaró.
Sylvia Luke está liderando la respuesta a la emergencia, ya que el gobernador Josh Green se encuentra en un viaje fuera del archipiélago.
Luke también informó que ha firmado una declaración de emergencia con el fin de desalentar la visita de turistas a la isla:
«Hoy en la mañana, aviones con turistas aterrizaron en Maui. Actualmente, no es una zona segura», aseguró.
El presidente Joe Biden expresó sus condolencias a las familias de las víctimas e instó a los residentes a seguir las directrices de evacuación.
Agradeció el heroico esfuerzo de los bomberos y servicios de emergencia y prometió el apoyo integral de los recursos federales para luchar contra la catástrofe.
El epicentro del fuego en Lahaina, un lugar popular entre turistas, ha sido escenario de escenas dantescas, con residentes buscando refugio en el océano para huir de las llamas.
Las llamas también azotan Kula y la península de Kohala.
La Guardia Nacional de Hawái ha sido activada para auxiliar en las labores de evacuación y respuesta.
Se ha declarado un periodo de ayuda de emergencia hasta el 15 de agosto, esperando que el gobernador regrese pronto para liderar las acciones de emergencia.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.
Una mujer llamada Susan solicitó el divorcio después de mirar una foto tomada con su familia y descubrir un terrible secreto.