La furia del tifón Doksuri deja una estela de devastación en varias regiones del norte de Filipinas, obligando a evacuar a sus ciudadanos.
El paso y la furia del tifón Doksuri deja una estela de devastación en varias regiones del norte de Filipinas, obligando a evacuar a sus habitantes.
El tifón Doksuri asola Filipinas
El tifón Doksuri ha dejado una estela de devastación en Filipinas, con un balance mortal de al menos 39 personas y afectando a más de 330,000 habitantes en varias regiones del norte del país, según informó el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés).
El fenómeno natural, que azotó con vientos violentos y fuertes lluvias, ha causado inundaciones y deslizamientos de tierra.
El tifón Doksuri hizo su aparición en China el viernes, después de dejar a su paso mortíferos deslizamientos de tierra en Filipinas.
El tifón golpeó con furia el norte de la isla de Luzón, donde se encuentra la capital, Manila, esta semana, provocando la muerte de al menos 13 personas debido a los deslizamientos de tierra y otras 26 tras el vuelco de un barco en un lago cerca de la capital.
Según los informes, un fuerte viento asustó a los pasajeros que se precipitaron hacia un lado del barco, provocando su vuelco.
Sin embargo, el medio local ABS-CBN informó que el tifón había abandonado el área horas antes del suceso, lo que ha llevado a la policía a iniciar una investigación.
Doksuri continúa su camino destructor
Tras su paso devastador por Filipinas, el tifón Doksuri dejó al menos un muerto y miles de hogares sin electricidad en Taiwán, provocando fuertes vientos y lluvias en el sur y el este de la isla, informó la agencia isleña CNA.
A su llegada a las costas chinas, las autoridades decretaron una alerta roja, la más elevada de su sistema de alarma de cuatro colores.
Las autoridades chinas indicaron que este tifón, el primero en alcanzar el nivel de alerta roja este año, puede ser el más fuerte en impactar en la zona oriental de la provincia de Cantón en la última década.
La región se prepara para lo peor, esperando el impacto de Doksuri con temor y cautela.