Las lluvias torrenciales y las inundaciones han azotado el centro y el sur del país desde el jueves, causando al menos 40 muertos en Corea del Sur.
Las intensas lluvias y las inundaciones han causado la muerte de al menos 40 personas en Corea del Sur.
También han dejado a otras nueve desaparecidas y a 34 heridas en todo el país.
El Presidente Yoon Suk Yeol ha apuntado a una posible negligencia por parte de las autoridades, acusándolas de no haber seguido las normas de respuesta ante catástrofes.
Uno de los incidentes más graves se produjo el sábado en un túnel en Cheongju, a 110 km al sur de Seúl.
Allí, una docena de personas perdieron la vida cuando 16 vehículos, incluyendo un autobús, quedaron atrapados por la inundación causada por el derrumbe de un dique fluvial.
Este desafortunado evento ha generado dudas sobre la capacidad de Corea del Sur para prevenir y responder a los daños causados por las inundaciones.
El presidente Yoon, tras regresar de un viaje al extranjero, convocó de inmediato una reunión para gestionar la respuesta a la catástrofe.
Aseguró que la situación se agravó debido a la mala gestión de las zonas vulnerables, y admitió que se debieron haber tomado más medidas de precaución, como la evacuación preventiva y el
el control del acceso a zonas peligrosas.
Prometió apoyo a los afectados, y garantizó que el gobierno se encargará de las reparaciones necesarias.
En la operación de rescate del paso subterráneo participaron cerca de 900 personas, incluyendo bomberos, policías y militares, utilizando embarcaciones, drones submarinos y otros equipos.
Aunque la búsqueda continua, el jefe de bomberos del oeste de Cheongju, Seo Jeong-il, ha declarado que no hay indicios de más víctimas en los vehículos que quedan en el túnel.
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