Una intensa ola de calor que golpea a México ha ocasionado 36 muertes en el norteño estado de Nuevo León, informó este miércoles la Secretaría de Salud.
En una conferencia de prensa realizada el miércoles, la titular de la Secretaría, Alma Rosa Marroquín, detalló la situación.
Indicó que los fallecidos por «golpe de calor» incluyen a 25 hombres y 11 mujeres. La mayoría tenían comorbilidades como diabetes e hipertensión.
Marroquín destacó que los grupos más vulnerables son los adultos mayores de 60 años y las personas con comorbilidades preexistentes.
Las autopsias realizadas en los cuerpos trasladados al Semefo indicaron que la mayoría de las víctimas fallecieron por un infarto agudo al miocardio.
Estas muertes se han documentado oficialmente en base a los certificados de defunción que mencionan el «golpe de calor» como la causa principal de la muerte.
A pesar de la alarmante cifra oficial de 36 muertes, las autoridades no han proporcionado explicaciones sobre el aumento inusual en el número de fallecimientos que ha provocado el colapso del Servicio Médico Forense (Semefo) de la entidad.
Existen discrepancias sobre la cifra real de muertes. Un funcionario del Registro Civil informó que habían expedido 850 certificados de defunción por «golpe de calor».
Sin embargo, este número fue rápidamente desmentido por el Gobierno del estado, alegando que tal funcionario no estaba autorizado para proporcionar esa información.
Los testimonios de personas en el Hospital Universitario, donde se ubica el Semefo, pintan una imagen de crisis, con algunas personas esperando tres o cuatro días para recibir los cuerpos de sus seres queridos debido a la sobrecarga de trabajo.
Se mencionó que incluso se ha tenido que utilizar un camión refrigerante para almacenar cadáveres ante la falta de espacio.
Esta situación sin precedentes no se vivía desde la pandemia de COVID-19.
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