Colombia se encuentra en una angustiosa espera por conocer el paradero de cuatro niños tras accidente de avioneta en la densa selva del Caquetá .
El jueves por la tarde, las Fuerzas Militares de Colombia anunciaron el hallazgo de huellas frescas que podrían pertenecer a los niños desaparecidos.
Además de las huellas, los rescatistas también encontraron «un refugio construido de manera improvisada con palos y ramas». Allí encontraron unas «tijeras y unas ‘moñitas’ , y trozos de frutas que se cree que los niños pudieron haber consumido.
Sin embargo, estas noticias llegaron pocas horas después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, revocara una afirmación anterior en la que había asegurado que los niños habían sido encontrados vivos y en buen estado.
Esta retractación ha sumido a la nación en un estado de incertidumbre y preocupación.
Los niños desaparecidos, Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4, y el bebé Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses, estaban a bordo de un avión Cessna 206 cuando desapareció de los radares el 1 de mayo.
Las fuerzas de búsqueda y rescate, compuestas por más de cien miembros de las Fuerzas Militares, junto con perros de búsqueda y rastreo y miembros de las comunidades indígenas locales, han estado trabajando incansablemente en la ‘Operación Esperanza’ para encontrar a los niños.
El avión fue encontrado en la zona rural de Palma Rosa en Solano, Caquetá, con tres de sus siete ocupantes fallecidos.
Por otro lado, las autoridades colombianas anunciaron la recuperación de los cuerpos de las tres víctimas del accidente aéreo.
Los cuerpos recuperados son los del piloto Hernando Murcia Morales, Magdalena Mucutuy Valencia, la madre de los niños, y Herman Mendoza Hernández, un líder uitoto de la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana (OPIAC).
La espera continúa, pero la esperanza de encontrar a los niños perdidos está lejos de desvanecerse.
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