La justicia rechaza recurso de apelación y confirma la sentencia a cadena perpetua para Pablo Ibar. Conoce más detalles de esta decisión.
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La justicia de Estados Unidos rechaza recurso de apelación y confirma la sentencia a cadena perpetua para Pablo Ibar. El ciudadano hispano-estadounidense de raíces vascas encarcelado por un triple asesinato en 1994.
Sentencia de Pablo Ibar
El fallo ha sido recibido como un “golpe demoledor” para la familia de Ibar, quien seguirá de momento enfrentando la cadena perpetua que se le impuso en su tercer juicio.
La sorpresa de un fallo inesperado
El fallo ha sido inesperado y ha generado sorpresa debido a la celeridad con que ha llegado y a cuestiones legales de la sentencia que complican los siguientes pasos.
Los argumentos del Tribunal de Apelaciones
Los magistrados de West Palm Beach han desestimado los 12 “motivos sustanciales” presentados por la defensa de Ibar en un recurso de 125 páginas en febrero, entre los que figuraban las insuficientes pruebas de ADN y la falta de conexión de Ibar con los asesinados.
Entre los «12 motivos sustanciales» que la defensa de Pablo Ibar presentó en el recurso de apelación, también se encontraban alegatos de errores procesales en el último juicio, como la exclusión de pruebas relevantes y la supuesta actuación parcial del juez Bailey durante el mismo. La defensa había argumentado que la sentencia de cadena perpetua era injusta y que se habían violado los derechos de su cliente. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones ha decidido no conceder la revocación de la sentencia y mantener la condena.
El papel del juez Dennis Bailey en el último proceso
La actuación del juez Dennis Bailey ha sido uno de los puntos de la apelación de la defensa de Ibar. La defensa argumentó que Bailey «abusó de su discrecionalidad» y actuó con “absoluta parcialidad” con un jurado que denunció haber sufrido presiones por parte de sus compañeros para emitir un voto favorable a la condena. Los magistrados del Tribunal de Apelaciones han concluido que «no hubo supuestos actos perjudiciales manifiestos ni influencia externa».
