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Matan de un disparo al obispo auxiliar de Los Ángeles. David O’Connell, nacido en Irlanda, trabajó durante décadas en el sur de California. Allí estuvo en intervención contra las pandillas. Mientras buscan a los responsables, las autoridades investigan el motivo del crimen.
Muere el obispo auxiliar de Los Ángeles. Su asesinato conmocionó este fin de semana a la comunidad religiosa del sur de California. Según indicaron las autoridades, el religioso era un “pacificador”.
Lo han asesinado de un disparo el sábado 18 de febrero a pocos metros de una iglesia. Los detectives están investigando la muerte como un homicidio, según el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Las autoridades no detallaron si el obispo era el objetivo del tiroteo. Por otro lado, el departamento del sheriff no quiso decir cómo ni específicamente dónde fue descubierto su cuerpo. El autor o autores del tiroteo siguen en libertad.
O’Connell, de 69 años, había sido sacerdote durante 45 años. Él era natural de Irlanda. El papa Francisco lo había nombrado en 2015 como uno de los varios obispos auxiliares de la arquidiócesis de Los Ángeles, la mayor del país. O’Connell trabajó en el sur de Los Ángeles durante años y estuvo contra las pandillas. Más tarde trató de negociar la paz entre los residentes y las fuerzas del orden tras la violenta revuelta de 1992 después de que un jurado absolviera a cuatro policías blancos por la paliza a Rodney King, un hombre afroamericano. O’Connell estaba muerto en Hacienda Heights con una herida de bala. Los agentes del sheriff acudieron a la zona a pocas manzanas de la iglesia católica de San Juan Vianney, que pertenece a la arquidiócesis de O’Connell. Lo hicieron tras recibir un aviso de emergencia médica.
El departamento del sheriff inicialmente sólo dijo que los detectives de homicidios habían respondido a “una investigación de muerte por disparos” con una víctima adulta masculina. Las autoridades no identificaron a la víctima como O’Connell hasta este domingo 19 de enero por la mañana. El sheriff del condado de Los Ángeles ofreció las condolencias de la agencia, diciendo que los detectives están “comprometidos a arrestar a los responsables de este horrible crimen”. “Era un pacificador y tenía pasión por servir a los necesitados mientras mejoraba nuestra comunidad”, afirmó el sheriff Robert Luna en Twitte
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