Muere este 12 de noviembre el refugiado iraní que pasó 11 años viviendo en un aeropuerto y que inspiró la famosa película 'La Terminal'.
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Muere en un aeropuerto el refugiado que inspiró la película ‘La Terminal’. El refugiado iraní ha perdido la vida a los 77 años. Todo por causas naturales. Ha fallecido en el propio Aeropuerto de París-Charles de Gaulle
Muere el refugiado que inspiró la película ‘La Terminal’
Mehran Karimi Naseri es el refugiado iraní que inspiró la conocida película de ‘La Terminal’. Naseri ha fallecido este sábado 12 de noviembre en el propio aeropuerto Aeropuerto de París-Charles de Gaulle. Ha perdido la vida a los 77 años de edad.
La película de ‘La Terminal’ narraba su historia de 18 años atrapado en el Aeropuerto Charles de Gaulle de París. Según ha explicado un portavoz del aeropuerto, Karimi Naseri ha fallecido por causas naturales en la Terminal 2F, lugar al que volvió a mediados de septiembre. El iraní estuvo varios años alojado en una residencia y luego en un hotel para terminar volviendo al aeropuerto y terminar muriendo ahí este pasado sábado, 12 de noviembre. Perdió la documentación y tuvo que vivir 18 años en el aeropuerto.
Su historia llegó a la gran pantalla de la mano de Steven Spielberg
Naseri tuvo que vivir muchos años en la Terminal 1 del Charles de Gaulle porque perdió la documentación. Esta le acreditaba como refugiado durante una escala en París en 1988. Así no podía ni continuar con su viaje previsto ni poder salir del aeropuerto. 11 años tras quedarse ‘atrapado’ en el aeropuerto y tras varios años de gestiones administrativa se le concedió un visado francés en 1999. Sin embargo, Naseri decidió seguir viviendo en un pequeño habitáculo en el aeropuerto. En 2004 su historia llegó a la gran pantalla de la mano de Steven Spielberg. Finalmente en 2006 salió del aeropuerto para visitar un hospital, se mudó a una casa y con el dinero que le deparó la película se mudó a un hotel.
Han cubierto el lugar donde solía sentarse
Tras la muerte los trabajadores del aeropuerto han cubierto el lugar donde solía sentarse con una sábana blanca, según ‘Le Parisien’.
