Más de 30 muertos en Irán tras las protestas por la muerte de Mahsa Amini. El país cumple una semana de la muerte de una joven detenida por la Policía de la Moral por llevar mal el velo.
Irán cumple una semana de protestas que dejan al menos 31 muertos, según diferentes organizaciones de derechos humanos. Miles de personas están en las calles para mostrar su ira contra el uso del hiyab obligatorio. Todo ello tras la muerte de una joven kurda detenida por la Policía de la Moral por no llevar correctamente el velo.
Su nombre era Mahsa Amini, tenía 22 años y su Kurdistán natal es el epicentro de unas protestas que han acabado en cincuenta ciudades del país. Son las peores revueltas de los últimos tres años y el régimen recurre de nuevo a la represión y al corte parcial de internet en las zonas más conflictivas. La policía insiste en que murió a causa de un infarto, pero la familia lo niega, su padre acusó a las autoridades de «mentir», porque su hija «no tenía ningún problema de salud» y denuncian que recibió fuertes golpes durante la detención.
“Lo que ocurre ahora es diferente. En 2009 la protesta estaba relacionada con el fraude electoral y hace tres años contra los precios y la inflación, pero esta vez tiene un enorme componente social, los manifestantes van contra un símbolo del régimen como es el hiyab y la intensidad va en aumento”. Es lo opina el analista político hispano iraní Daniel Bashandeh. “El régimen debe optar por ablandar sus medidas o por endurecerlas, pero el mensaje que le envía la calle es claro y pide reformas”. Así lo considera Bashandeh. Pide “no perder de vista el delicado estado de salud del Líder Supremo”. El Líder es también el centro de las críticas y los cánticos de los manifestantes que le llaman dictador.
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