El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal general de Nueva York sobre sus delitos.
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Donald Trump se niega a declarar en la investigación sobre sus delitos. El magnate ha decidido, «por consejo de mi abogado y por otras razones», acogerse a la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense, que permite a los acusados no testificar para autoinculparse.
Donald Trump rechaza responder a las preguntas de la fiscal general de Nueva York
El expresidente Donald Trump rechaza responder este miércoles 10 de agosto a las preguntas de la fiscal general de Nueva York. Es la encargada de la investigación civil sobre sus prácticas comerciales y el negocio inmobiliario de su familia, la Organización Trump, según ha informado el magnate en un comunicado.
«Por consejo de mi abogado y por otras razones, me negué a responder las preguntas sobre los derechos y privilegios otorgados a todos los ciudadanos en virtud de la Constitución de Estados Unidos«. Así lo ha escrito el republicano en el comunicado que luego compartió en la red Truth Social.
Donald Trump y sus delitos
Trump invocó a la Quinta enmienda de la Constitución, que permite a un investigado guardar silencio para evitar incriminarse a sí mismo. «Una vez pregunté: ‘si eres inocente, ¿por qué invocas la Quinta enmienda?’ Ahora sé la respuesta a esa pregunta», dijo Trump en su comunicado, apuntando que no le quedaba «otra opción» ante lo que considera un ataque «sin fundamento» y «político”. Este está afectando a su familia y a sus negocios. La investigación de Nueva York está dirigida por la fiscal general Letitia James, a la cual Trump criticó duramente en su texto, acusándola de desatar una persecución contra él para «propulsar su carrera política». «Mi gran empresa y yo mismo estamos siendo atacados por todos los lados. ¡República bananera!», concluyó Trump a primera hora de la mañana en un mensaje en su red social.
La letrada racista
De esta forma Trump volvió a defender su inocencia y a calificar estas pesquisas como una «caza de brujas políticamente motivada». Todo ello por parte de la fiscal general del estado, Letitia James, a la que la pasada noche acusó además de «racista». La declaración tiene lugar pocos días después de que el FBI registrara su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. Allí, según informa el New York Times, las autoridades federales estaban buscando posible documentación clasificada que el expresidente no entregó al archivo histórico estadounidense.
