La rendición de Azovstal ha supuesto un golpe de efecto en una guerra ya lastrada por los estancamientos de ambos bandos.
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Rusia intensifica su ofensiva por el control del Donbás tras la rendición de Azovstal. Putin avisa de que los ciberataques que ha sufrido Rusia por parte de «estructuras estatales extranjeras» son cada vez mayores. Esto, explica, les obliga a aumentar sus ciberdefensas.
La rendición de Azovstal aumenta la moral a Rusia
Rusia continúa un día más su lento avance invasor por una Ucrania cada vez más castigada tanto en terreno militar como psicológico. El pragmatismo de Putin puede ser la lanza de batalla que mine las fuerzas de un Zelenski a veces roto.
Con el objetivo de tomar el control total de la región del Donbás, Rusia ha tomado la acería de Azovstal, en Mariúpol, largamente asediada. Los últimos miembros de la resistencia ucraniana, civiles y personas «gravemente heridas» según el líder del batallón Azov, abandonaron la planta en autobuses.
Era el último punto de resistencia de Mariúpol. Este viernes, 20 de mayo, el Ministerio de Defensa de Rusia informó de la retirada total del Ejército ucraniano de la planta. Esto certifica la toma de la ciudad por parte de Moscú. Sergei Shoigu informó a Vladimir Putin de la «finalización de la operación y la liberación de la planta y la ciudad de Mariúpol». Todo ello según recoge la agencia rusa Interfax.
Cómo proceden ambas tropas según Shoigu tras la rendición de Azovstal
El ministro Shoigu afirmó previamente que sus tropas «rescataron» a 177 civiles y capturaron a 1.908 «nacionalistas» que «han depuesto sus armas», según la agencia de noticias TASS. Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha propuesto un acuerdo formal con los aliados para asegurar compensaciones por el daño que está provocando la invasión rusa en el país. Los ministros de Economía del G7 defienden que han movilizado cerca de 20.000 millones de dólares en ayudas. Lo ha hecho anunciando nuevos paquetes de ayuda en caso de que sean necesarios.
Boris Johnson y Erdogan
El primer ministro británico, Boris Johnson, mantuvo en la noche del viernes 20 de mayo una conversación con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Lo hizo en el marco de una ronda de contactos que incluye a líderes de Finlandia, Países Bajos y Reino Unido, en un aparente intento por desbloquear la posible ampliación de la OTAN.
