El yate ‘Scherezade’ ha sido confiscado este sábado 7 de mayo por las autoridades de Italia. Es la embarcación más cara de Vladímir Putin.
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Italia confisca el yate de Putin ‘Scherezade’ valorado en 650 millones de euros. El Scheherazade, de 140 metros y con bandera de las islas Caimán, estaba en un astillero de Marina di Carrara.
El yate ‘Scherezade’ ha sido confiscado este sábado 7 de mayo por las autoridades de Italia
Italia ha confiscado el yate Scheherazade que estaba en el punto de mira desde que llevaba encarcelado líder opositor ruso, Alexéi Navalni. Este asegura que pertenece al presidente ruso, Vladímir Putin, según informaron anoche fuentes gubernamentales.
El yate era ya objeto de una investigación por parte de la policía italiana.
Comunicaron el decreto del Ministerio de Economía italiano que ordenaba su confiscación en el marco de las sanciones a los oligarcas rusos por parte de la Unión Europea. Todo ello debido a la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, no comunicaron quien es el propietario.
Según los periodistas del equipo de Navalni, la embarcación, de más de 140 metros y con bandera de las islas Caimán, pertenece a Putin. Lo cierto es que está a nombre del oligarca Eduard Khudaynatov, ex presidente de Rosneft y propietario también de la mansión Villa Altachiara, en Portofino. Este no figura en la lista de multimillonarios rusos sancionados.
Italia y el yate Scheherazade
El Scheherazade estaba desde el pasado septiembre en el astillero para una serie de trabajos de mantenimiento por un coste de unos seis millones de euros. Inicialmente esperaban que estuviera listo para navegar a mediados de junio. Lo cierto es que esta «medida» no estaba planeada dentro de las sanciones en el marco europeo de actuación contra Rusia.
Las medidas en Europa
La embarcación tiene piscina, gimnasio y dos helipuertos. Incluso un hangar. Es considerada la única de más de 140 metros de eslora en el mundo cuyo propietario es desconocido. Además, los colaboradores de Navalni destacaron que todos los tripulantes del yate, menos el capitán, tienen ciudadanía rusa. Está por ver cómo afecta esta nueva «sanción» de Italia a la economía de los oligarcas rusos afincados en el extranjero antes de la invasión.
