Pedro Castillo elimina el toque de queda en Perú ante la oleada de protestas por la decisión de aplicar el estado de emergencia.
Temas cubiertos
Perú elimina el toque de queda por las protestas debido al estado de emergencia. La tensión se ha desatado por el fallido toque de queda decretado por el presidente, Pedro Castillo. El país permanece en un estado de excepción en su noveno día consecutivo de protestas.
Perú elimina el toque de queda por las protestas debido al estado de emergencia
Pedro Castillo, presidente de Perú, ha fallado con la represión frente a las protestas sociales. El toque de queda decretado en Lima y su provincia de Callao debido al paro de transportistas, desató este martes 5 de abril las críticas de políticos, incluidos antiguos aliados.
Por su parte, los ciudadanos sorprendidos protestaron por una medida anunciada poco antes de la medianoche del lunes, 4 de abril.
Las protestas en Perú por el estado de emergencia
La medida que han aplicado en el país determina que desde las dos de la madrugada hasta las 23:59 de este martes, 5 de abril, nadie debía permanecer en la calle. A su vez, el país está bajo la ley de Estado de Emergencia, lo que implica que suspenden «los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión y tránsito». Esto limita ciertos derechos fundamentales, entre otros, el habeas corpus. Este es el principio que garantiza la protección a los ciudadanos de detenciones y arrestos ilegales. Es decir, evita que haya la misma si no hay un motivo legal que lo justifique.
La decisión de Pedro Castillo
Por su parte, el presidente de Perú, Pedro Castillo, eliminó en cuestión de horas la polémica decisión de decretar tanto el estado de emergencia como un toque de queda en las provincias de Lima y Callao. Con ellas pretendía hacer frente al paro de transportistas. Lo cierto es que Castillo vio como su medida encendía aún más las protestas, que no solo llegaron del transporte y otros sectores sino también desde la oposición y desde partidos afines, que tachaban las medidas del presidente de «arbitrarias y desproporcionadas».
