Vladímir Putin ha mostrado un gran interés en tomar por la fuerza el control de Mariúpol desde prácticamente el comienzo de la invasión.
Temas cubiertos
¿Por qué Vladimir Putin insiste en conquistar Mariúpol? La ciudad portuaria es un punto estratégico para los intereses del Kremlin. Su control permitiría a las tropas rusas juntar las regiones independentistas del Donbás con la penísula de Crimea.
¿Por qué Vladimir Putin insiste en conquistar Mariúpol?
Mariúpol es, quizá, la ciudad más castigada desde el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania. Un teatro bombardeado, escuelas infantiles destruidas y un gran número de víctimas impiden a la ciudadanía vivir en paz. Lo cierto es que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha mostrado un gran interés en tomar el control de esta ciudad ucraniana prácticamente desde el comienzo de la invasión, el 24 de febrero.
Pero…¿Por qué es tan importante para Putin esta ciudad en Ucrania?
Si el Ejército de Rusia tuviera finalmente el control de esta urbe dejaría a Ucrania sin puerto en el Mar de Azov. Esto, entre otros recursos a disponer, permitiría a Rusia aumentar su ofensiva desde el sur del país. Por eso, tras más de dos semanas intentando su ocupación, Putin ha dado un ultimátum para que la ciudad capitule ante el ejército ruso.
Mariúpol, ante los ojos de Putin
Además, la ciudad de Mariúpol está ubicada estratégicamente entre varias bases militares ucranianas. Por un lado, si Rusia consigue el control de la ciudad, separaría en dos dichas bases que pueden actuar conjuntamente. Por otro lado, impediría el buen funcionamiento de los corredores humanitarios, ya que no habría que negociar con Ucrania para la salida de civiles. Además, el control de esta ciudad permitiría un avance mayor por el Mediterráneo. Actualmente Crimea es una de las bases más importantes de operaciones del Kremlin. Su importancia está en que disponen de puertos militares desde los que partir a lo ancho y largo del mar europeo.
¿Se detendrá si la conquista?
Por todos estos motivos, la ciudad de Mariúpol es, ante los ojos de Putin, un enclave estratégico de suma importancia. Por eso dio un ultimátum a Ucrania para que capitulara y cediera el control de esta urbe. Sin embargo, los ucranianos han rechazado abandonar esta localización y continúan defendiendo el territorio ante el ejército de Rusia. Lo cierto es que Putin podría detener su actuación ofensiva o relanzarla, todo depende del plan que albergue para el futuro del país.
