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Las tropas rusas rodean Kiev e impiden el acceso a la ciudad de Mariúpol. Con esta estrategia el gobierno de Putin podría “partir” a Ucrania en dos y dejarla dividida en dos semanas.
Las fuerzas rusas intensificaron este sábado 12 de marzo sus ataques en las cercanías de Kiev en el día 17 de la guerra.
Mientras tanto, continúa el asedio de Mariúpol. Por su parte, en el sur, y rusos y ucranianos revelaron que están negociando en formato de videoconferencia después de tres rondas presenciales.
La mañana de este domingo 13 de marzo comunicaron varios combates en el noroeste de Kiev y un aeródromo militar en Vasylkiv, al sur de la capital.
Lo bombardearon por misiles rusos, mientras hay informaciones de que las fuerzas rusas están a 25 km de Kiev.
Mientras tanto, en la portuaria ciudad de Mariúpol, al sureste, los rusos han bombardeado la mezquita del sultán Suleiman el Magnífico. Todo ello lo informó el Ministerio de Exteriores ucraniano en su página web. «Más de 80 adultos y niños se esconden allí del bombardeo, incluidos ciudadanos de Turquía», agregó el ministerio, que no ofreció más datos sobre el ataque.
Mariúpol, una ciudad de unos 500.000 habitantes en el sureste de Ucrania y a orillas del mar interior de Azov, es un importante núcleo industrial. Actualmente sufre el asedio ruso desde el principio del conflicto. Hoy las autoridades ucranianas lograron abrir un corredor humanitario para llevar alimentos y medicinas.
La ciudad de Mykolaiv, en el suroeste, sufrió fuertes bombardeos y también registraron nuevos ataques de artillería y aéreos. Todo ello en las ciudades de Nikolaev, Dnipro y Kropyvnytski, en el centro del país.
Los ataques del Ejército ruso han alcanzado este domingo 13 de marzo por primera vez a poblaciones del oeste del país, cercanas a las fronteras con la Unión Europea, y este sábado confirmó que quedó destruido por completo el aeródromo militar en Lutsk, cercano a Polonia.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.
Una mujer llamada Susan solicitó el divorcio después de mirar una foto tomada con su familia y descubrir un terrible secreto.