Una mujer lanza a una hija al recinto de los osos pardo en el zoológico de Tashkent, capital de Uzbekistán. Varias personas intentaron impedírselo.
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Una mujer lanza a una hija al recinto de los osos pardo en el zoológico de Tashkent, capital de Uzbekistán. Varias personas, entre ellas miembros del personal, intentaron impedirla, pero la mujer consiguió tirar a la niña por encima de la valla metálica de protección y la menor terminó cerca del animal, de nombre Zuzu.
Lanza a su hija al recinto de los osos
En un zoológico de Uzbekistán se ha vivido una terrible escena. Allí, una madre ha arrojado a su hija de 3 años al recinto los osos. La pequeña cayó al foso y uno de los animales se acercó a ella.
Afortunadamente, solo la olfateó.
Enseguida apareció el personal del zoo y rescataron a la pequeña sana y salva. La madre está acusada de un delito de intento de asesinato.
La niña sufrió algunas heridas
El zoológico informó de lo sucedido a través de su página de Facebook: «Los trabajadores de la sección de depredadores reaccionaron rápidamente y comenzaron a atraerlo hacia una sección interior, donde no tardó en entrar». Tras el rescate la niña fue examinada por una enfermera para comprobar que se encontraba en buen estado.
La pequeña sufrió conmociones cerebrales y hematomas por la caída, «pero ni un solo rastro de heridas por los colmillos o las garras del oso».
Arroja a su hija, se queda a mirarlo. El oso se acerca,la olfatea y se retira, sacan a la niña ya a salvo de su madre. pic.twitter.com/FEug2ON6RX
— El Marqués de las Zorreras (@EZorreras) January 30, 2022
El oso no atacó a la pequeña
El zoológico ha destacado el buen trabajo de los cuidadores con los animales: «No tratan a los osos con brusquedad, intentan mimarlos con golosinas todo el tiempo y pueden controlar fácilmente su comportamiento, incluso en una situación tan extrema», escriben.
Zuzu, el oso que finalmente no atacó a la menor, llegó al zoológico hace 5 años: «Fue en el año 2017 y desde el principio fue querido por todo el equipo por su sociabilidad, su carácter juguetón y su apertura al público».
Agregó que, “cuando se trabaja con un oso, nuestro personal no permite la mala educación, siempre trata de tratarlo con comida deliciosa y puede controlar fácilmente su comportamiento, incluso en las emergencias de hoy”.
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